Un hombre se viste por los pies...también para su boda

 La sobriedad de un par de zapatos negros

Sin duda es un acierto. Un buen par de zapatos negros de lo más elegantes. Y es que todo novio formal que se precie no puede pasar sin llevar un calzado de estas características. Si ya son de acabado mate o brillo es cuestión de gustos. La mejor elección es un buen zapato liso, de cordones, tipo Oxford. Quedarán genial con cualquier tipo de traje, smokin o chaqué. El negro debe ser el tono estrella, pero últimamemente en las bodas vemos que se llevan mucho los tonos marrones. 

Las mejores recomendaciones antes de elegir unos zapatos de este tipo pasan por comprarlos con el pantalón que se lucirá ese día para ajustar el bajo de los mismos. Además, es preciso comprarlos con anteriodidad para ir usándolos un poco en casa y darles forma. No hay nada peor que estrenar unos zapatos nuevos el mismo dia de la boda y que te destrocen los pies con rozaduras o heridas que te amarguen el día. Y, primordial, que estén limpios. ¿Esto último no hace falta ni decirlo no?

Para acompañar este tipo de calzado, puede ponerse una media tipo ejecutivo o unos calcetines negros muy finos. Las últimas tendencias, por el contrario, optan por soluciones más informales como llevarlos sin calcetines (ojo a las rozaduras) o divertidos calcetines de colores. Dibujos, estampados, topos, rayas....Todo está permitido.

¿Zapatillas? Claro que sí

Muchos pensarán que estamos locos si decimos que se pueden llevar zapatillas a una boda; y sobre todo si se trata del novio. Sin embargo, si el estilo del chico es más desenfadado y relajado, y la boda se enmarca en un estilo hippie o informal, no hay nada de malo en que el novio lleve zapatillas tipo converse o sneakers. Eso sí, nada de zapatillas para hacer deporte ¡Prohibido! Tienen que ser zapatillas que sean un poco de vestir y no para correr los sábados por el parque o jugar un partido de fútbol con los amigos del barrio.