El hotel está situado a unos 200 metros del casco urbano, en un paraje denominado 'El Prado' ya que antiguamente era un lugar donde los rebaños de ovejas, especialmente los rebaños de merinas, conocidas por su lana de excelente calidad, descansaban y pasaban la noche en él.

El Prado de las Merinas está ubicado en una parcela de 11000m2, rodeado de naturaleza y tranquilidad. Esta calma sólo se interrumpe con el murmullo del pequeño arroyo que bordea el jardín, el viejo Gromejón y el sonido de los pajarillos.

En la planta baja se encuentra el salón de lectura con chimenea para disfrutar de agradables veladas al calor del fuego y siempre ante la imponente vista del Monasterio de los Padres Dominicos y del resto del pueblo.

En esta misma planta hay una sala de reuniones con capacidad para 35 personas que cuenta con todos los medios técnicos necesarios para impartir cursos, charlas, conferencias, etc...

Asimismo, la oferta de servicios del hotel se completa con una sala de billar, gimnasio que cuenta con cinta andadora y demás maquinas de ejercicio físico, además de una pista de padel.

La verdadera joya del hotel es su restaurante. Es la señal de identidad del Prado de las Merinas. Su originalidad reside, por una parte en su diseño; se trata de una sala medieval con grandes cristaleras a través de las que se puede disfrutar de la vista panorámica de Calernega y del jardín.